El recinto de Feria Valencia trabaja para convertirse en un espacio seguro frente al COVID-19 en cuanto la normativa permita la vuelta a la actividad ferial. Desde Feria Valencia se están desarrollando toda una serie de estudios adecuados a la arquitectura del recinto de cara a conseguir que en cuanto se vuelva a la actividad se puedan mantener las medidas de distanciamiento social que sean necesarias.
Hay que tener en cuenta que las características del recinto para ese necesario distanciamiento son muy relevantes. Y en ese terreno, las grandes dimensiones de Feria Valencia son una ventaja para la implementación de esas medidas. La posibilidad de combinar diferentes accesos y de ampliar las zonas de exposición son importantes herramientas para minimizar ese contacto social. Feria Valencia también estudia como adaptar los montajes a la nueva realidad. Cuestiones vinculadas con las normas para los profesionales que participan en ellos y también con los materiales que se utilizan habitualmente.
Además, en el seno de la Asociación de Ferias Españolas (AFE) se está desarrollando un importante trabajo para detectar de forma genérica donde están los puntos principales de contacto entre personas en la actividad ferial.
Este trabajo, que luego habrá que adaptar a cada recinto como ya está haciendo Feria Valencia en este momento, consiste en generar un documento que recoja todos los momentos en los que la actividad ferial ordinaria pone en cuestión el alejamiento social necesario en la actualidad. Y, en paralelo, el trabajo está determinando medidas específicas para cada uno de esos momentos. Medidas que permitan mantener ese alejamiento social.
Feria Valencia considera que la seguridad de todos los clientes expositores y visitantes está por encima de cualquier otra cuestión, y por eso está desarrollando todos estos trabajos para que cuando llegue la “nueva normalidad” poder ofrecer las máximas garantías sanitarias a las más de 700.000 personas que cada año acuden a sus instalaciones para participar en ferias y eventos.